El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto que reduce la jornada legal de 40 a 37,5 horas sin merma salarial. El texto, pactado con sindicatos y CEOE tras 14 meses de negociaciones, prevé dos fases: 38,5 h en enero y 37,5 h en julio de 2026.
Sindicatos: Unai Sordo (CCOO) festeja «el mayor logro laboral desde la subida del SMI», mientras UGT augura una revolución productiva: «Trabajar menos para vivir mejor».
Empresarios: Antonio Garamendi alerta de impacto en pymes y exige acompañar la medida con incentivos a la digitalización.
El think tank FEDEA calcula un coste bruto de 5.200 M€ al año, pero señala que la productividad podría compensar el 60 % vía reducción de horas extras y absentismo. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, se apoya en el precedente portugués (2019): +3 % de productividad y -4 % de siniestralidad.
Economistas críticos recuerdan que una hora menos puede reforzar la brecha salarial si no se controla el presentismo. La clave serán los convenios sectoriales y el rol de la inspección laboral.